Si nuestras necesidades de almacenamiento han crecido tanto al punto de necesitar instalar dos discos duros en la PC, pero no estamos seguros acerca de cómo va a afectar el disco adicional la performance de la computadora, en este artículo encontraremos excelente información que puede sernos de gran ayuda para despejar todas las dudas que pudiéramos tener.
En cuanto a lo meramente técnico en relación a su montaje, no existe misterio, unos pocos tornillos y conectarlo ya es suficiente como para tener la nueva unidad de almacenamiento lista y en pleno funcionamiento. Ahora, tenemos que tener en cuenta que existen otras consideraciones que tenemos que conocer para que la elección del tipo de disco a añadir sea la más adecuada a nuestro sistema en particular.
En la actualidad, añadir o cambiar un disco duro no es una tarea que demande demasiada atención, pero como mencionamos, antes de emprender el trabajo sería más que necesario conocer ciertas particularidades de la tecnología de los discos rígidos, para evitarnos llegar a casa, emprender el trabajo y descubrir que no hemos hecho la mejor selección. Pero si prestamos atención a los consejos y trucos en este artículo, podremos lograr nuestro objetivo sin ninguna clase de problema.
Interfaces de disco: ¿Cuál de ellas tenemos en nuestra PC, IDE o SATA?
Antes que cualquier otra cosa, lo primero que tenemos que saber antes de emprender el trabajo es cuál es la interface de disco que estamos utilizando para el disco duro que tenemos instalado en la computadora. Obtener esta información es crucial, ya que si hacemos una elección incorrecta podríamos perder la inversión o disminuir en mucho la performance total del equipo.
Para comprobar esto, tenemos disponibles dos alternativas. La primera de ellas es consultar el manual del fabricante del disco, y la segunda es verlo nosotros mismos abriendo la computadora y comprobando el tipo de interface a la cual se encuentra conectada el disco.
En el caso de que nuestra computadora sea antigua, es muy probable que sólo disponga de conectores de tipo IDE (Integrated Drive Electronics),y por lo tanto ese es el tipo de disco que deberemos comprar, sin embargo, y debido a que ya IDE es una tecnología totalmente obsoleta, es casi imposible encontrar discos nuevos de estas características. Por lo tanto lo mejor en estos casos es evaluar la compra de una PC más moderna que incluya conectores SATA (Serial Advanced Technology Attachment), que además de ofrecernos un mejor rendimiento, será más adecuada para los requerimientos actuales de software.
Ahora si nuestra computadora es un poco más moderna, es probable que nos ofrezca la posibilidad de conectar ambos tipos de disco, SATA e IDE. Si este es el caso, en este punto lo mejor es elegir un disco del tipo SATA dada la mayor performance de estos con respecto a la tecnología IDE. SATA, sucesor directo de IDE, además de ofrecer mayores velocidades de transferencia de datos, lo que se traducirá inmediatamente en un mejor rendimiento del equipo en general, es conectable mediante el método “Hot Swap”, y dado que su cable es mucho más delgado, también ayuda a una mejor disipación del calor dentro del gabinete.
Tipos de disco
En la actualidad conviven dos tipo de tecnologías de disco, las unidades de almacenamiento tradicional mecánica y magnética, y la más nueva tecnología SSD (Solid State Drive) o Unidad de Estado Sólido, la cual utiliza el mismo tipo de memorias que las unidades flash y ofrecen un rendimiento increíblemente superior a SATA.
Sin dudas la elección obvia sería la de escoger algún tipo de disco SSD, sin embargo, su alto precio en relación a los discos duros tradicionales, hace que su adquisición esté reservada sólo a aquellos con un presupuesto más acomodado, sobre todo si no tenemos un objetivo específico para su compra. Sin embargo esta tendencia se está revirtiendo, y hoy podemos encontrar SSD más económicos y de buen rendimiento a un precio mucho menor que hace unos años.
Para elegir adecuadamente el tipo de disco que más se adapta a nuestras necesidades, tendremos, como primera medida, pensar que uso le vamos a dar al disco, para luego seleccionar uno que ofrezca un buen equilibrio entre velocidad, capacidad y precio. Como mencionamos, las unidades SSD son más caras, mucho más que un disco duro tradicional, y por general no alcanzan la capacidad de los HD clásicos, y si este es el caso, ostentan precios astronómicos que solo pocos pueden pagar.
En este punto, si nuestras necesidades de almacenamiento son las habituales para la mayoría de los usuarios, el gasto extra de una unidad SSD no se justifica, siendo el más veloz disco duro mecánico que podamos encontrar la mejor elección para nosotros.
Consideraciones finales
Una vez que llegamos a buen puerto con la elección del tipo de disco que necesitamos para nuestra PC, debemos detenernos a pensar en algunos otros detalles que no deben pasarse por alto como el consumo de energía extra que demanda la segunda unidad de almacenamiento y el aumento de la temperatura dentro del gabinete de la PC. ¿Mi fuente de alimentación puede manejar el aumento de energía requerida? En el caso de que sea una fuente que ofrece 450 Watts o más no tendremos ningún problema, pero en el caso de que sea una cifra menor, debemos considerar un reemplazo.
Con respecto al aumento de la temperatura, si nuestro gabinete sólo ofrece el ventilador para la fuente y el procesador, lo mejor será añadirle un tercer fan. En la mayoría de los gabinetes existe una ubicación especial en la parte trasera de los mismos para añadirlo sin problemas. También deberemos asegurarnos de tener todos los adaptadores necesarios para conectar el disco, ya que quizás la fuente no los ofrezca de fábrica, algo difícil hoy, pero en una fuente más antigua es bastante probable.
Otra consideración que tenemos que tomar en cuenta es que podemos conectar varios tipos de disco a una motherboard, siempre y cuando ésta lo permita, si este es el caso y nuestro presupuesto nos permite adquirir una unidad SSD, siempre debemos instalar el sistema operativo en esta unidad, ya que la performance de la misma aumenta considerablemente el desenvolvimiento del SO, sea cual sea. Lo restantes datos, es decir programas, aplicaciones y documentos de usuarios podemos almacenarlos tranquilamente en la unidad de disco duro tradicional.
Conclusión
Añadir una nueva unidad de almacenamiento a nuestra PC sin duda alguna mejorará la forma en que usamos la computadora, y al tener más espacio disponible para guardar nuestros documentos también nos permitirá aprovechar mejor nuestro tiempo y estar más cómodos, lo que influirá directamente sobre nuestra productividad. Si seguimos los consejos contenidos en este artículo, la compra y adición de una nueva unidad de almacenamiento será una tarea simple y de rutina, y el resultado un usuario más feliz y efectivo.